PROBLEMÁTICA DE LA COMUNIDAD EN CUANTO MANEJO DE
LOS MEDICAMENTOS
Es
evidente que la población está expuesta al riesgo de consumir medicamentos de
manera inapropiada que por definición son sustancias útiles en la recuperación
de la salud. Sin embargo está instalado dentro de los patrones culturales de la
población la creencia de que los medicamentos tienen el poder no solo de curar
si no también otros de tipo mágico y maravilloso que les otorgan probablemente
capacidad para solucionar problemas sociales tales como desnutrición,
preocupaciones familiares, estrés por falta de empleo y otros, de tal forma que
su consumo ha escapado del marco farmacológico racional y no es infrecuente la
práctica de usarlos de manera habitual y e irracional.
Amartia Sen: ligar la
ética con la economía, si se lograra esto el mundo avanzaría mucho más, habría
un equilibrio entre las diferentes clases, se frenaría los intereses
egocéntricos de algunos y de algunas compañías y por el contrario se pensaría
en el bienestar común
Criticar
éticamente, desde la vida humana, y desde la reconstrucción crítica del
concepto de ‘enfermedad’ el modo como el sistema capitalista de salud ‘explota’ al enfermo económicamente,
convirtiéndolo en un ‘cliente obligado’ y absolutamente dependiente, como una
mera mediación para permitir el aumento de la tasa de ganancia de la industria
farmacéutica, de los sistemas institucionales privados de salud del gremio autoprotegido
de médicos como los únicos conocedores monopólicos del Poder ‘sanar’ la
‘enfermedad’ (Dussel, 2001, 78).
Por
eso, para el estudio ético de la medicina, la justicia constituye el principio
que debe regir la relación entre la ética y el derecho, particularmente en la
investigación científica terapéutica y experimentación clínica con seres
humanos. Así, pues, la humanidad es el fin último de la investigación, pero la
persona humana en concreto no puede ser un simple medio para obtener beneficios
sociales, y en el peor de los escenarios, beneficios comerciales. La justicia
permitiría establecer el límite de los beneficios entre la persona y la
sociedad, entre el sujeto en experimentación y las transnacionales
farmacéuticas, y entre la política nacional de salud y la comercialización de
los resultados de la ciencia y la tecnología.
Se discute el derecho de las
personas al acceso a los medicamentos esenciales. En este sentido, hace una
crítica a la teoría principialista de los aspectos éticos de las ciencias de la vida (medicina),
hegemónica y útil en muchos aspectos, pero impotente para trabajar los
macro-problemas éticos relacionados con el asceso a medicamentos. Se presenta
una propuesta epistemológica de Bioética de Intervención, con el objetivo de
dar más visibilidad y la indispensable politización de la bioética social. Para
desarrollar el tema, se presenta la discusión: empoderamiento (desarrollada por
Amartya Sen)
El problema abarca hasta
entornos con actores aparentemente más informados de la situación como médicos,
farmacéuticos y de otros profesionales prescriptores que contribuyen poco o
nada al mejoramiento del problema y al contrario, tal como lo sostiene la
Organización Mundial de la Salud.